Felinos - "Otorongo"






Otorongo: felino, jaguar. Cultura de la Aguada.

Otorongo es una voz quechua que, en español, refiere a las palabras Felino o Jaguar. En Perú, por ejemplo, se la utiliza como sinónimo de jaguar (Panthera onca), el felino de mayor tamaño de América.

Sin embargo la traducción no es tan sencilla, ya que el vocablo quechua Otorongo hace referencia a una tradición y a una sacralidad específica propia de las culturas Andinas y Amazónicas.

Tal es así que se suele hablar en antropología del denominado "complejo Felínico" en Argentina, haciendo referencia a las representaciones del otorongo de la denominada "cultura Aguada".

Se hace referencia entonces a un felino mágico, mítico, relacionado con el mundo nocturnal (o el Punchao matinal), el mundo del éxtasis visionario propio del Shamanismo sudamericano.

Los ojos del jaguar brillan en la noche como la representación de "aquel que ve aún en la oscuridad", "que ve lo que no se ve", desvelando las sombras, es un depredador, un cazador que cuida la entrada al mundo mágico, al cual el iniciado pretende penetrar.

Una vez en tránsito el jaguar empieza a metamorfosearse, ya sea tornándose antropomorfo o bien transformándose en una criatura sin precedentes semejante a un "dragón" (estas representaciones felínicas y ofídicas de la cultura Aguada le valieron la denominación de "cultura Draconiana").

Este nuevo Otorongo resultante sobresale por sus enormes colmillos (wajsa), sus garras (Sillu) y su "gancho" (Wayuy).

Las garras de este felino mítico son las que abren las puertas que separan este mundo del mundo del mundo de las deidades tutelares. Con sus garras y sus colmillos desgarra la carne del iniciado, y con su "gancho", engancha el "espíritu" la "esencia" para transportarla a otro lugar.

Una vez allí se transforma en guía y suele tomar forma antropomorfa. Es el mundo de los "elementos" y sus representaciones, es el mundo de la denominada, "deidad de las manos Vacías" o la del "sacrificador".