Serpientes - “Amaru” / “Katari”

Serpiente Calchaquí.


Serpiente San José.

Serpiente Santa María.


Existe la creencia popular de que ella cuida de los sepulcros o enterratorios. Esto era creencia también de los antiguos habitantes Calchaquíes para quienes la serpiente cuidaba de sus muertos y de los tesoros, para que no fueran depredados.

Dice Ambrosetti: "Desde tiempos inmemorables habían puesto a sus muertos bajo la égida de la serpiente... Esta es la razón principal de por qué en todas las urnas funerarias o en sus tapas por lo menos, no falta el símbolo de la serpiente o una parte de él, y en muchas, puede decirse, no existe otro".

La simbología atribuida a la serpiente, es la de ser un rayo que cae a la tierra, junto con la lluvia. La serpiente, se cree, atrae a los rayos hacia ella…

Con estos datos se comprende perfectamente la vinculación que tenían la serpiente y el rayo en la mitología Calchaquí. Es por eso que la serpiente pudo ser el símbolo del rayo como parecen probarlo las serpientes en su zig-zag, representadas en las urnas funerarias y en la cerámica en general de la cultura Santamariana.

Ñandues - " Suri"

Ñandú Valle Calchaquí.Cultura Yocavil.

Ñandú Calchaquí.


Ñandú Puerto Quemado.

Es una figura que se encuentra repetidamente plasmada en la cerámica “Santamariana”. También con este animal se simboliza a las nubes cargadas de agua que volcarán luego en la tierra para fecundarla. El plumaje de esta ave es de color gris, lo que les lleva a imaginar que eran semejantes a las nubes que traen la lluvia. Estas aves, al percibir que se aproximaba una tormenta, corrían de un lado a otro, moviendo sus alas, inflando sus plumas, con lo que se asemejaban a las nubes que son arrastradas de un lado a otro por los vientos, hasta que, una vez que se unen entre ellas, producen la lluvia.

También en este animal se ve la cruz dibujada en el cuerpo, lo que simboliza a los cuatro vientos: del norte, sur, este y oeste, que en la creencia de estos pueblos se unían en la nube para generar la caída del agua.